Toque de gracia

El jueves 6 de diciembre, tuvimos una entrevista en La Casa De Los Artistas Mauritanos, con una profesora y sus dos alumnas de La Facultad De Bellas Artes de la universidad de La Laguna, que vinieron para hacer un intercambio artístico con las pintoras mauritanas que incluiría una exposición el día siguiente.
Al llegar allí encontramos a la profesora Lola Del Castillo y a sus alumnas Noemí y Moneiba Lemes ahogadas en su labor. La maestra, quien inspiraba un profundo respeto, enseñaba a las chicas mauritanas. Cuando terminó la clase, las tres se reunieron con nosotros en un pequeño jardín.
Lo primero que llamó nuestra atención, además de su amabilidad, sencillez y sus calurosas sonrisas, fueron sus dedos ensuciados y manchados de colores, señal de su oficio.
Las preguntas que les hicimos trataban sobre :
Primero, a propósito del tema de la exposición, la mujer, si creían que en esta corta estancia habían conseguido interpretar en sus obras la situación de la mujer en la sociedad mauritana, y que opinaban de su arte.
Las canarias nos dijeron que las mauritanas son “son súper fuertes, luchan por sus derechos y tienen un papel muy importante en la sociedad”, y no están tan sometidas como ellas creían. En cuanto a su arte, añadieron que es cierto que expresan su vida y su entorno social en sus obras, gracias a métodos y materias propias. Sin embargo su arte está todavía en su inicio; necesitan estudios de diseño y de cultura, y a personas que les enseñen las técnicas artísticas con las cuales podrán completar sus obras y a alcanzar la máxima expresividad.
A continuación, les conté que en África el arte está mal visto y los que lo ejercen son considerados como de baja casta, por ejemplo los herreros, según las creencias tradicionales, mantienen con algunas potencias sobrenaturales un comercio que tiene efectos beneficiosos con curanderos y con brujos. Debido a eso, muchos artistas llevan sus obras a Occidente donde están mas valoradas y apreciadas. Les pregunté por qué las obras africanas son tan codiciadas por los occidentales. Además de su función el artista africano lleva la carga de conservar la tradición y la historia por su trabajo, que si llevaba el artista español la misma carga.
Acerca de esto afirmó la veterana que el arte africano ha asombrado desde siempre a los occidentales por sus formas, sus ideas y su profunda humanidad, que ha inspirado a muchos artistas, como el gran pintor Pablo Picasso, cuyas fotos cogidas en 1910 atestiguan la presencia de mascaras e instrumentos musicales africanos. Sobre esto nos confesó con franqueza “yo cuando miro un cuadro moderno me aburre”, que el problema es que hay demasiada ficción, demasiado contacto con el exterior; antes se podía distinguir entre las artes, pero ahora ya no existe el arte propio. Que es posible que dentro de un grupo salga un nuevo Picasso, pero hay mucha imitación. También nos afirmó que el arte español tiene una función social e histórica, por ejemplo en la época de Franco, el periodo mas sangriento y trágico, la gente estaba muy reprimida, y por consecuencia muchos pintores proyectaron en sus obras lo que no podían expresar con palabras, obras que se consideran hoy en día como testigos de esta era.
Tercero, les pregunte a las chicas si consideraban el arte como profesión, como algo con futuro. Nos contestaron que el arte no se ejerce como profesión, sino como hobby, porque no se puede vivir del arte. Además nos informaron que lo mas importante en su labor es el proceso, ”el camino es más importante que el fin” añadió la maestra.
Para concluir, les pregunté qué habían sacado de esta experiencia. Nos dijeron que Mauritania por su guión entre el África Blanca y el África Negra, es una fuente de inspiración artística para el que esté en busca de exotismo. Que se asombraron de la extrañeza de sus costumbres, se extasiaron ante la belleza, la variedad de colores y el calor humano del país, y que les gustaría repetirla.
Conviene destacar que la exposición fue un total éxito, las artistas lograron con sus homólogas en sólo cinco días captar la esencia de la mujer mauritana y reflejarla en sus pinturas. Tuvieron muchos espectadores, quienes se quedaron boca abierta, presos de estas obras maestras.

Mustapha Ould Chighaly